La playa de Levante era en sus tiempos una muy buena playa, y de las de siempre. En la actualidad, el agua del Mediterráneo se ha comido gran parte de la arena y apenas se puede distinguir el mar de la playa. A la izquierda, el Castillo de San Juan de Águilas, lo más característico de la zona.
Sin embargo, su compañera, es una de las más grandes y llamativas del municipio de Águilas. También conocida como la playa de Poniente.
Es uno de esos rincones en los que es imposible verse solo. Con más de medio kilómetro de largo y unos 40 de ancho, esta playa no deja indiferente a nadie por varias razones.
Sus largos metros de arena permiten desarrollar distintas actividades, con la comodidad de estar situadas, cada una de ellas, en diferentes puntos de la playa. Por ejemplo, una zona de recreo para lo más pequeños...
Petanca para los caballeros y cotilleo para las señoras...
O pesca para padres e hijos...
Su indiscutible belleza y atractivo no sólo se debe a su tamaño, sino a sus gentes, a su arena, a su mar y a las palmeras que adornan la Colonia y que le dan ese toque caribeño.
Con un largo paseo recubierto con grandes piedras a sus lados, se puede echar un vistazo a esta inmensa playa de aguas normalmente tranquilas.
Pero no os agobiéis por el exceso de gente. También hay hueco para la relajación y la soledad, eso sí, coged el coche.
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