¿Alguien había oído hablar de la Cala del Pino? Hasta ahora, yo no. Pero creo haber descubierto uno de los lugares más bonitos de toda la costa.
El motivo por el que es tan grandiosa, se debe a la cantidad de pinos y naturaleza fresca que se encuentra abrigando la zona.
Tantos árboles sirven de protección contra el sol para sus decenas de visitantes, que no desperdician la oportunidad de llevarse todo el equipaje para pasar un día de lo más completo en esta preciosa playa bañada por el pacífico Mar Menor.
¿Playa o montaña? Desde este punto de vista, parecerás estar en los dos sitios.
En la orilla, a tomar el sol, a jugar y a refrescarse.
Cumpliendo todas las normativas de calidad de agua, servicios, seguridad y medio ambiente, esta playa puede presumir de bandera azul y la Q de calidad turística.
Lo mires por donde lo mires sigue siendo un lugar de lo más singular, pero por esa razón es tan hermosa y especial.
Y por si cabía alguna duda y desde las alturas, sigo pensando que la Cala del Pino es única en su especie.
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